PULPO
LUPO
Lo quieroPULPO
LUPO
Lo quieroConvertimos la ropa de tu peque en un peluche para toda la vida. Cada Kanijo está hecho a mano con las prendas que marcaron sus primeros días. Creemos que los recuerdos de la infancia son tesoros que tienen que ser preservados, porque cada prenda guarda una emoción que las familias no quieren olvidar cuando sus pequeños crecen.
FABRICAMOS RECUERDOS
CONÓCENOSAsí puedes conseguir tu Kanijo
Elige la ropa de tu peque
Selecciona entre 5 y 8 prendas: pueden ser bodies, camisetas, pijamas, vestidos... lo importante es que te traiga bonitos recuerdos.
hacemos el peluche
Recogemos la ropa y hacemos a mano un peluche único. Elaboramos tu Kanijo cortando y uniendo las prendas, mediante la técnica de patchwork.
Lo recibes en casa
En un plazo de 7-10 días, te enviamos de vuelta a casa la ropa de tu peque transformada en un peluche para toda la vida.
Diseñado para abrazar
Los detalles de un Kanijo
| Nombre | Pulpo "Lupo" |
|---|---|
| Tamaño | 50cm de alto, 20cm de ancho |
| Peso | 500gr. |
| Origen | Hecho a mano en España |
| Materiales | Exterior: patchwork personalizado con ropa del peque + tela sarga de algodón 100%Interior: relleno de lana de oveja merina + arroz natural con semillas de lavanda |
| Cuidados | Limpiarlo con mimo, usando solo un paño húmedo y un poco de jabón suave. No lo metas en la lavadora ni lo mojes en exceso, así conservará su forma y su interior natural de lana y arroz durante mucho tiempo. |
Preguntas frecuentes
Fabricamos recuerdos
Creemos que la ropa de tus peques no es solo ropa.
Es la primera capa que protegió su piel, la que se manchó con papilla, la que estuvo allí en sus primeros pasos, sus primeras siestas, sus primeras risas.
En Kanijos transformamos esas prendas en peluches únicos, llenos de historia y amor.
No hacemos peluches: damos forma a un vínculo, a una memoria tangible para que perdure. Cada Kanijo está hecho a mano con mimo y respeto, pieza a pieza, como se construyen los recuerdos verdaderos.
Porque una camiseta puede ser solo eso… o puede ser el abrazo que les diste cuando no sabías qué más hacer. Esto va de conservar lo que de verdad importa.
De detener el tiempo, aunque sea un poquito.
De guardar un trocito de infancia, para siempre.