Un día estábamos haciendo limpieza de armarios —ya sabes, ese momento en el que te enfrentas al caos de prendas diminutas que tus hijos han dejado atrás— y nos dimos cuenta de que no podíamos deshacernos de algunas. No era por apego material, era otra cosa. Esas prendas estaban llenas de historia. De vida.

No íbamos a guardarlas en una caja para siempre. Ni mucho menos tirarlas, y decidimos convertirlas en algo nuevo. Algo que tuviera sentido. Algo que se pudiera abrazar.

Así nació Kanijos.

Somos Patri y Roberto, padres y emprendedores con muchas ganas de construir algo que genere emociones. Tenemos dos hijos que, sin saberlo, nos inspiraron esta pequeña gran idea.

Los peluches Kanijos son únicos, y están hechos con la ropa real de tus hijos. No como un recuerdo decorativo, sino como una forma de agarrarte a esos primeros años que pasan demasiado rápido. Porque esto va de conservar lo que importa. Lo que no se repite. Lo que no quieres olvidar.

No vendemos peluches. Fabricamos recuerdos.